Promotor: | Ajuntament de Barcelona, BIM/SA, Barcelona d’Infraestructures Municipals |
Autor: | Manuel Ruisánchez y Francesc Bacardit |
Equipo y Colaboradores: | Shlomi Almagor, Arq.; Josep Malgosa, Arq. Tècnic; Xavier Delgado, Arq. Tècnic; Lluïsa Sánchez, Arq. (JSS) (Instal·lacions); Miquel Àngel Sala (MASALA) (Estructures) |
Superficie y Presupuesto: | 1.329m2 (fase 1); 938,08m2 (fase 2.1) y 831.782,32€ (fase 1); 840.894,66€ |
Las tres plantas objetos de este proyecto, parte del complejo industrial de la Fabra i Coats, estaban en desuso desde la década de los años 80 del siglo pasado. Se utilizaban esporádicamente para diferentes actividades por lo cual, su estado varía. Las salas, de 26m x 15m, disponen de 8 crujías.
En general, los espacios que se convirtieron en el Centro de Arte, estaban en estado de relativo deterioro, con suelos de madera mal conservados o de hormigón desnivelado y cuarteado y de divisorias metálicas o muretes en ruinas. A pesar del buen estado de la estructura, se notaban algunas deformaciones por asentamientos. Las ventanas han sufrido diferentes daños y modificaciones, tanto en las carpinterías como en los propios cristales.
Los antiguos sistemas de calefacción e iluminación no eran recuperables. La necesidad de adaptar las instalaciones a las normativas vigentes obligó a realizar todas de ellas de nuevo. Parte de los elementos existentes como cuadros eléctricos, interruptores, etc. se conservaron como objetos museísticos.
El objetivo del proyecto era dejar las tres salas diáfanas, con la totalidad de la superficie disponible para exposiciones. Para el acceso y evacuación, se han realizado nuevas aberturas en el muro de ladrillo oeste.
Las paredes de las salas se restauraron y han sido pintadas de blanco como parámetros expositivos. Las tres salas han sido pavimentadas con tarima de madera con acabado blanqueado.
En la primera planta, el pavimento de hormigón ha sido reparado y recubierto. En la segunda, la madera muy deteriorada ha sido reemplazada entera. Y en la tercera, que estaba en las mejores condiciones, el pavimento existente ha sido reparado y se le aplicó el tratamiento blanqueador.
La volumetría existente del edificio se mantuvo, respetando sus aberturas originales y su carpintería pero incorporando en ella un nuevo acristalamiento que garantiza el confort interior de las salas.
Las ventanas conservan su forma primaria pero se limpiaron de los elementos añadidos a lo largo del tiempo. Se adecuó la perfilería existente para integrar el nuevo vidrio aislante y, en casos de deterioro significativo, se sustituyó por piezas nuevas, idénticas a las originales.
Los ventanales disponen de cortinas enrollables para tamizar la luz exterior u oscurecer las salas, según las necesidades expositivas.
Las salas se acondicionaron acústicamente mediante un sistema de placas acústicas, fono-absorbentes, que se colgaron del techo con una subestructura metálica.
La iluminación se desarrolla según dos exigencias: la iluminación general con luminarias de luz fluorescente y la iluminación de las obras de arte con un sistema de carriles eléctricos que soportan focos.