Promotor:  Vila Olímpica, S.A. , Ajuntament de Barcelona
Autores: Manuel Ruisánchez y Xavier Vendrell
Superficie y Presupuesto: 10.000 m2 y 9.297.656,83€

 

 

El pabellón de la Marbella tenía que ser una construcción aislada en el extremo norte del parque del Poblenou, con la que iniciar la serie de equipamientos e instalaciones que en el futuro deberían configurar el sector del frente marítimo de la ciudad, denominado Parque del Mar.

La instalación, inicialmente utilizada como sede de las competiciones de Bádminton de los JJOO de 1992, debía tener un aforo de 4.000 espectadores y dar cabida a los espacios de servicios necesarios para el evento. Posteriormente se convertirá en un centro deportivo y cultural, compuesto por 4 pistas polideportivas, asientos para 1.000 espectadores, vestidores y servicios (tanto propios como para la pista de atletismo anexa), biblioteca, sala de conferencias, sala de exposiciones y dependencias del Archivo histórico del Poblenou.

Desde estas circunstancias, el hecho característico del lugar, la singularidad de la posición y la complejidad del programa a desarrollar, es desde donde se inicia el proyecto.

Reducir en lo posible el impacto del volumen en el lugar, posibilitar que usos muy diferenciados y cambiantes configuren coherentemente un único edificio, permitir cierta transparencia en un contenedor supuestamente opaco para percibir el entorno, referir su posición al orden de la trama urbana próxima y reforzar el papel de la estructura como un elemento determinante de la forma, reduciendo esta a sus mínimos elementos, son los principales temas a considerar en el proyecto.

El edificio se configura mediante un volumen principal que cubre la sala polideportiva y la zona de público, y un basamento perimetral donde se desarrolla el centro cultural y los espacios de servicios complementarios. El basamento queda parcialmente enterrado respecto al terreno circundante, de manera que una parte de la superficie edificada no se hace aparente, y se reduce la altura visible del edificio.

El volumen principal se resuelve mediante la sucesión cada 3.75 metros de unos diafragmas o cuadernas de 50 metros de luz, formados por jácenas metálicas y pantallas de hormigón que se cubren mediante una cubierta invertida ligera.

Los espacios entre pantallas se cierran por la parte interior con planos de vidrio practicable en la parte inferior y con planos de planchas metálicas perforadas en el exterior, dejando libre una altura de 2.50 metros respecto al basamento, de manera que se impide la entrada directa de luz solar y permite diferentes grados de transparencia desde el interior y el exterior. Las pantallas traspasan el basamento creando, en los casos necesarios, patios de iluminación y ventilación para los espacios interiores.

Los testeros se cierran con un gran plano formado por paneles de madera laminada de alta densidad (prodema), entre las pantallas de hormigón, liberando una franja de vidrio entre este y el basamento.

En el del sur-oeste, junto a la pista de atletismo, se sitúa el acceso principal al edificio. Las dos primeras crujías se dedican al vestíbulo general de público, al área de administración y a los accesos de las diferentes partes del edificio.