Promotor: | PRONOBA ; Ajuntament de Barcelona |
Autor: | Manuel Ruisánchez |
Equipo y Colaboradores: | Joana Sopena, arq.; Erika Gordillo, arq.; Pepa Moran, arq. |
Superficie y Presupuesto: | 14.872 m2 y 1.413.210,68€ |
Otros datos de interés: | 1er Premio Concurso
Fotografias: Teresa Llordes |
La urbanización forma parte de la operación de transformación de un sector substancial del barrio de Trinitat Nova, situado a los pies de la montaña de Collserola. De esta forma, se debe tener especial cuidado con la formalización de la propuesta, que está dentro de un contexto, en cierta medida, privilegiado en el sector en el cuál se desarrolla, por las características del entorno.
Así pues, la propuesta se plantea desde la necesidad de resolver una porción del barrio con independencia del posterior desarrollo del mismo, a la vez que se puede entender como integrador de la futura integración y capaz de generar el futuro tejido urbano, pero sin la pretensión de que esta actuación lo genere forzosamente, permitiendo por tanto un diálogo entre el futuro tejido y esta ordenación, que enriquezca el paisaje urbano cercano, a la vez que genere dentro de la propia actuación unos espacios aptos para el uso de actividades tan dispares como podían ser las propias de la circulación (coches, bicicletas, peatones…), la reunión y relación vecinal, comercial, los juegos y el recreo….
Esta serie de condiciones e interpretaciones del lugar nos lleva a plantear un proyecto que atienda a estas condiciones de singularidad, que genere espacios públicos abiertos i accesibles.
La ordenación propuesta por tanto se resuelve mediante un sistema de terrazas que permite el enlace desde la cota inferior de la calle Aiguablava (cota 96.50) hasta la cota superior generada por el cajón del metro (cota 110.50). Este sistema de terrazas se utiliza como basamento donde se ubicarán los accesos a los diferentes edificios de viviendas y comerciales, en las cotas previstas en el proyecto de edificación, relacionadas antes.
Los edificios previstos en este entorno permiten una transparencia desde el barrio cercano y desde la ciudad hacia el entorno que genera la proximidad de la sierra de Collserolla. Así pues, la ordenación final que se plantea se ordena con un bloque lineal de menor longitud y altura (planta baja más cinco), provocando una menor barrera visual, conjuntamente con cuatro torres de planta baja más siete, que permiten la generación de diversidad de visuales desde las calles más cercanas, hecho que se debe potenciar desde la urbanización de los espacios intersticiales.
Un conjunto de tres torres (pb+7) ligeramente desalineadas se sitúan sobre las terrazas inferiores, cercanas a la calle de la Llosa, concentrando las relaciones de transparencia y movilidad de peatones entre el barrio y la montaña. Un bloque lineal (pb+5) se sitúa en la prolongación de la visual que genera la calle Chafarinas, y se coloca con esta dirección, asentándose en otra terraza al nivel 103.60 que se genera como terraza principal de relaciones entre las edificaciones y, a su vez, de accesos a las tres torres y al bloque lineal. El mismo está cercano en su zona norte a los depósitos de agua, que al ser unos grandes contenedores ocupando una superficie considerable, bloquean la relación de los peatones entre la ciudad i Collserola. La cuarta torre depositada en el terreno como elemento más independiente, se asienta en la terraza superior (cota 110) y mantiene una relación parecida con los depósitos de ATLL, a la vez que se sitúa tangente al trazo de la línea del metro. Entre el bloque lineal y la cuarta torre, a su vez, se genera otra visual procedente de la calle Tamariu.
La urbanización contempla la generación de diversidad de visuales, tanto de relación con el entorno y la montaña de Collserola como de relación entre la propia edificación, desde cada una de las terrazas urbanizadas y desde las calles circundantes.